Té de menta
Todas las mañanas
por aquellas dos semanas
tus ojos claros y luminosos
me observaban al despertar
HacÃamos lo que hacen los amantes
los adorables y curiosos,
y los heridos cuando buscan refugio en las entrepiernas
Saliva
lenguas
olor
sin pudor
Como ritual matutino
tus pÃxeles danzaban por toda la habitación
y yo recorriéndote todo;
La tetera hierve y con su silbido
nuestra opulencia amorosa se toma un break
A mi también me ha costado soltar
y lo que me queda es venerarte con una bendición
No te he dejado ir, la casa sigue ahà en el mismo lugar donde la construiste.