© Viviana Labarca/Foto: 2013
Me quedo con su cadencia
la sonrisa suave e iluminada;
con el perfume atrapado por dÃas en la toalla de baño
las pocas horas de sueño
Me quedo con su ojo derecho que me observa cuando navega en mi boca
Me quedo con los dedos maliciosos que juegan a revolcarse en mis entrañas
con sus pezones prÃstinos; me enloquece su alma alÃgera
Me quedo con su voz y lo que me dice
con el Ãmpetu con que me arremete y humedece
en como se siente
subir y bajar
morir y vivir
temblar y ser mar
él sabe como hurgarme
él sabe como llegarme
él sabe como explotar en mi orilla
con su boca de moluscos prominentes
cuerpo de algas
su llave en mi cerrojo
aliviando mi rabia