Corto la rama en la noche de luna llena
y le pido la bendición a mis muertos
En un ser de rituales y
creencias me he convertido
del cielo empiezan hablarme guiándome en el camino
creyendo que por algún motivo
todo se reconstruye
Parpadeo para entender lo mÃo entre el sueño y lo real
Llueve y llueve
con la certeza de que algo renacerá
Busco mi centro en lo palpable
pero no es hasta respirar que entendÃ
lo que dijo LucÃa, a las 2 de la mañana
-Marica, ahora entiendo lo que decÃa Jesús:
el camino Soy Yo. Y no de esa manera egocentrica
en la que lo endiosamos en una iglesia; la tenÃa clara,
el camino es adentro, uno mismo pues.
Sueño número I
Suena el radio con un bolero que me parecÃa conocido
pero no rescato la letra
-Entre tanto desencuentro entendà que era mi propio verdugo
se desvaneció la caÃda en un tiempo que fuera garantÃa de algo-,
vacÃo
zumbido lejano
sin parpadeo alguno, el apego se dispersa
y es a través del otro y mis acciones que reconozco quien soy
Estallido silencioso, espectral y enceguecedor.
HabÃa alguien esperando al otro lado de la montaña,
suelto su mano y despego como si este cuerpo se desplazara
por una banda de aeropuerto
El cacique me dio medicina y la saboree
Desperté pensado en volver
y oliendo aquello que me llevó al primer recuerdo
Padre y madre, con el atisbo enamorado de la semilla florecida
y mi infancia marcada por la dicha de haberlos escogido y SER.